Cuando empecé el blog me prometí una sola cosa y era que nunca iba a escribir sobre amor porque no quería entrar en un aspecto tan personal de mi vida. Pero no debe haber cosa más difícil que contenerse de hablar de eso, sobre todo cuando se es tan sensible y cuando lo que tenés para decir es tanto que te desborda y termina saliendo solo. Y cuando hablo de amor obviamente me refiero a relaciones, porque creo que que queremos a nuestras familias y amigos es algo que se da por hecho, pero esas son otras formas de amor muy distintas a la que hago referencia hoy.
Quería hablar de esto porque me di cuenta de que cometemos el error de estar escuchando siempre lo que dice el otro, lo que nos aconsejan nuestros amigos y lo que puedan opinar los de afuera. Personalmente soy de las que siempre le pregunta a los demás qué piensan, no se para que si igual termino haciendo lo que quiero… como hacemos la gran mayoría de las personas (y se lo ocultamos a quien nos aconsejó). Será por tener la tranquilidad de saber que cumpliste con tu parte de consultar, porque la realidad es que lo que uno siente nunca va a poder limitarse por lo que te digan los demás, por más que sepas que lo hacen con la mejor de las intenciones y que capaz que en el fondo hasta tienen razón. Es que la verdad es que en esto realmente se trata de lo que sentimos y no existe consejo que pueda callar eso, por más que nos queramos convencer a nosotros mismos de lo contrario.
Algunos de mis amigos se enojan conmigo porque dicen que no soy de esas personas que te dicen que no vuelvas con tu ex si “ya sabes cómo termina” ni que no te metas en algo nuevo si no te copa tanto o te da un poco miedo. Porque la realidad es que con el tiempo me di cuenta de que, si eso no es para nosotros, igualmente todos necesitamos darnos contra la pared solos. Y hacerle caso a este tipo de consejos solo nos corre el muro unos metros más adelante, pero siempre vamos a terminar cayendo en la realidad.
Por el contrario, capaz que hasta erróneamente, soy esa persona que siempre te va a decir que te animes, que pruebes, que sigas lo que sentís. Porque prefiero ser la que te dice que te des cuenta solo y estar ahí si te terminas cayendo, en vez de evitar que te hagas mierda contra la pared si es que la hay. Porque de nada sirve quedarse con las ganas, con la duda o con la sensación de que hicimos algo porque nos dijeron que así había que hacerlo y no porque lo sentimos. Siempre va a ser preferible saber que dejamos de intentar porque entendimos que era lo mejor y no porque alguien nos dijo que lo era… porque al final del día, quién sabe que es lo mejor para nosotros más que uno mismo?
Probablemente sea por eso que mis amigos saben que siempre van a poder contarme sobre su “situación amorosa” sin importar cual sea, porque entendí que nunca voy a tener las herramientas suficientes para decirles qué es lo que está bien hacer. Seguramente sea también porque yo soy la que comete este tipo de “errores” más seguido, es decir, la que siempre hace lo que se le da la gana en términos de relaciones. Lo que si puedo decirles es qué creo que es lo mejor, porque tampoco es la idea mentir, pero jamas les voy a indicar que hagan tal o cual cosa. Primero que nada porque se que no soy quien, pero principalmente porque se que no lo van a hacer!
Pero no fui siempre así, eso lo aprendí con los años y a través de las cosas que yo misma viví. No soy psicóloga y por eso cuando digo todo esto hablo desde mi experiencia. Obviamente no me estoy refiriendo a que es mejor seguir en una relación tóxica con tal de seguir lo que sentimos. Sino que creo que, tarde o temprano, incluso esas cosas terminan cayendo por su propio peso. Llevará meses o a veces años, pero confío en que todos terminamos dándonos cuenta de que al final eso no es para nosotros si no nos hace bien. Porque todos somos en el fondo propensos a tener este tipo de vínculos y todos somos igual de propensos a entender en algún momento de nuestras vidas que eso no es sano para uno mismo, y será en ese caso que veamos que es lo mejor para hacer.
Por eso lo que quería decir esta vez es que mi consejo para todos los que están en esa duda es que prueben, que se animen y que dejen de darle tanta importancia a que lo que digan los demás. Con un amigo por el que sienten algo, por una persona que creen que no les va a dar bola e incluso por su ex si siguen sintiendo que todavía tienen dudas respecto a eso. Si no funciona el tiempo cura, los verdaderos amigos están siempre y todo sirve como enseñanza. No existe tiempo perdido ni experiencias en vano. Pero si existe la impotencia de quedarse con la duda, lo incómodo de vivir como quieren que vivamos los demás y lo vacío de haber hecho algo porque nos dijeron que era lo mejor y no porque entendimos que lo era. Si no es lo mejor para ustedes se van a dar cuenta solos, porque confío en que nadie es tan tonto y porque creo que cuando el sufrimiento es más de lo que merecemos aguantar es el cansancio mismo el que nos dice que ese no era el camino.
Pero tal vez lo era. Y hasta que no probemos, nunca lo vamos a saber.